La historia del bambú japonés
Cuando un cultivador planta una semilla de bambú japonés, sucede algo muy interesante y que nos deja una importante lección, ya que el bambú no crece inmediatamente. Por más que se riegue y abone de forma periódica, este árbol no sale a la superficie durante los primeros 7 años…
Un cultivador inexperto o demasiado ansioso, pensaría que la semilla que acaba de plantar es infértil y abandonará su cuidado.
Pero sorprendentemente, luego de 7 años, el bambú no solo brota a la superficie, sino que también alcanza los 30 metros de altura en tan solo 6 meses de haber brotado.
¿Qué pasó en realidad en este tiempo?
Durante los primeros 7 años el bambú japonés se dedica a desarrollar y fortalecer sus raíces, las cuales servirán posteriormente de apoyo para que pueda brotar y alcanzar su altura que lo caracteriza.
La dedicación, el compromiso, y la perseverancia, son claves en el cultivo exitoso del bambú japonés, y lo mismo ocurre con nuestra salud. Brindarle tiempo a tu cuerpo para ejecutar todos los cambios necesarios dentro, permitirá funcionar mejor y expresar una mejor calidad de vida por fuera.
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